martes, 30 de diciembre de 2014

Talking with myself~ / my history

¿En qué momento mi mundo comenzó a desmoronarse?

¿En qué momento mi vida dejó de llevar su ritmo habitual?

Ya ni siquiera puedo recordar la última vez en la que me consideré completamente feliz.

A veces cuando alguien se acerca a ti y te pregunta "¿eres feliz?" cuesta mucho trabajo sonreír y tratar de que tus ojos reflejen una falsa felicidad respondiendo con un "claro que sí, lo soy". ¿Les ha pasado? A mí sí, pero no puedo reaccionar de esa forma... Solo es una simple palabra de dos letras, nada complicado, solo un movimiento de mis labios...¿entonces por qué es tan difícil responder un simple "sí"? Fácil, porque no lo siento así. Tardo unos segundos en reaccionar, y entonces tan solo sonrío y asiento con la cabeza mientras respondo casi en voz baja "sí, supongo que sí".

Entonces una extraña sensación de nostalgia se queda en mi pecho y mi cabeza me transporta al pasado, a los recuerdos de mi infancia. Debido a que mi familia era muy reservada no solía salir a jugar con amigos ni nada por el estilo, de vez en cuando mis hermanos me acompañaban en eso pero siempre solía jugar yo sola. Añoro esa época.

Desde ese entonces era gorda, mucho más que ahorita... Era como una simpática bolita porque estaba pequeña, y a pesar de que a veces me decían comentarios (mis familiares) a mí no me importaba, yo era feliz. Me gustaba jugar con mis amigos imaginarios, tenía muchos (solían ser personajes de las caricaturas que me gustaban ver), teníamos grandes aventuras, ¿qué más se podía pedir?

A veces recuerdo eso con algo de tristeza, sonaba a que era una niña bastante solitaria...pero a mí no me importaba, yo de verdad era feliz estando de esa manera... Entonces, ¿cuándo fue que cambió todo?

Cuando crecí y llegaron los tiempos de secundaria, me odiaba. Reconocía abiertamente que me odiaba, y a pesar de que me había propuesto hablar más, seguía siendo una chica bastante seria. Me hacía daño, me lastimaba, me insultaba, vivía muy infeliz aunque parecía ser a veces solo una faceta para llamar la atención. En casa era "feliz", no pasaba nada, contaba con alegría lo que pasaba en mi día a día, y con mis amigos me divertía y decía ocurrencias... Aun así, pocos sabían que me odiaba, que era masoquista, que era todo. A veces pienso, ¿cómo es que alguien pudo llegar a ser mi amigo? No lo sé, pero de verdad lo agradezco porque mis mejores amigos provinieron de esa época, que aparte fue mi etapa otaku (me gustaba mucho el anime, solía ser de lo único que hablaba).

A pesar de todo, a pesar de mi seriedad, a pesar de mi infelicidad interna, seguía sin importarme del todo el cómo me veía, ¿por qué tuvo que cambiar eso?

Cuando llegué a la preparatoria fue cuando eso comenzó a cambiar. Desde siempre, en mi infancia, me hacían comentarios y bromas sobre mi figura, pero no fue hasta que entré a la pubertad que comencé a sentirme de verdad mal por ello. Fue algo inverso al cómo era mi vida en la secundaria... Acá era más feliz, reía más, hablaba más, era más libre, cambié mucho mi personalidad a una más ocurrente y divertida, pero en mi interior era un completo caos... Son tres años de preparatoria, y en el último fue cuando más hundida me sentía. A pesar de sonreír, a pesar de reír, a pesar de todo...por dentro me sentía cada vez más triste, cada vez más infeliz... Ya no me odiaba, odiaba mi cuerpo, odiaba mi reflejo... a veces lloraba de solo verme, fue entonces cuando Ana (la anorexia) llegó a mí. Fue cosa de casualidad, veía con mi mamá el doctor oz (un programa de televisión donde explican la medicina y las enfermedades de forma más simple), y estaba el caso de una chica que era anoréxica. Si bien ese término ya era conocido para mí, desconocía por completo lo que era "Pro Ana" y "Pro Mía", también nombraba sobre blogs y páginas en internet de gente que le gustaba compartir dietas, experiencias y demás. Curioseé toda la tarde, leía y leía, me sentía identificada con algunas personas, me grabé dietas, me grabé tips...

Comencé entonces una dieta bastante extrema. Dejé todas las harinas, jugos, refrescos, comida chatarra, tortilla, todo, y solo comía pequeñas porciones, a veces me saltaba comidas y tomaba mucha agua. Recuerdo que eran vacaciones, así que todo iba de maravilla. En la mañana a veces solo dos cucharadas de comida (aprovechando que nadie estaba para observarme), y en la noche a veces me saltaba la cena y a pesar de que me dormía a altas horas de la madrugada y sentía hambre, me sentía genial.

En menos de una semana todo mundo comenzaba a decirme que estaba más delgada y yo me sentía feliz con eso. Siempre llevé dieta y ejercicio pero jamás me lo habían reconocido, fue cuando pensé "de verdad esto es lo que quiero hacer". Seguí bajando, mi mamá incluso me comenzó a regañar diciendo que ya así estaba bien, que ya se me veían los huesos (clavículas), incluso mi tía me decía también que así estaba bien...pero yo no me sentía a gusto, yo no me sentía delgada, yo me seguía viendo en el espejo y me veía gorda, me faltaba mucho qué bajar...

Eran días en los que lloraba, seguía leyendo los blogs y lloraba porque comenzaba a sentirme cada vez más identificada con lo que leía, las imágenes de Thinspo que antes me daban grima ahora las quería seguir, ahora me inspiraban y en mi mente yo quería ser como ellas. Recuerdo cuando mi madre reaccionó en que comía muy poco y me obligó a comer. Vigilaba mis comidas, me servía ella a veces un plato del cual la comida casi se desbordaba y me obligaba a comerlo... Fue ahí cuando mi mundo comenzó a caerse en pedazos. Sentía asco cada vez que comía, también sentía unas terribles ganas de llorar.

Pensaba "¿es que soy anoréxica ahora?", quizás comenzaba a hacerlo, al menos en mi interior lo era porque el exterior seguía siendo una gorda más. Sabía los problemas que eso me llevaría, sabía las consecuencias, sabía que después sería un mundo del que ya no podría saber y fue por eso que me asusté... Lloraba pensando en que no quería caer en eso pero a la vez no quería salir, porque si salía sería de nuevo gorda y yo no quería.

Fue ahí que el tiempo comenzó a pasar. En la universidad solo fue empeorando. Seguía siendo una chica que gusta de reír y sonreír, pero también mis periodos de depresión iban en aumento cada vez más. Desde que entré ya no tuve control sobre mi comida, por más que trataba de iniciar mi dieta ya no podía hacerlo. Comencé a engordar, y el hecho de que mi familia me lo recordaba me hacía sentir cada vez más miserable.

Y es ahí donde me encuentro ahora. Este es el rumbo que mi vida ha decidido tomar.

No me controlo cuando como, me encanta la comida chatarra, me encantan los dulces... En ese momento no me importa comer, pero entonces llega algún integrante de mi familia y comenta algo sobre mí, sobre mi cuerpo, cualquier cosa...y entonces algo en mi interior hace "click" y comienza el remordimiento.

No sé qué me pasa, mi autoestima va cada vez peor, por cualquier comentario me siento mal. Antes podía disimular con una sonrisa e incluso reírme de lo que decían, ahora no... Ahora cada vez que escucho algo mis ánimos se van y me es difícil recuperarlo... Nadie sabe cómo me siento, nadie sabe mis pensamientos...tampoco quiero que alguien se llegue a enterar, sobretodo si es de mi familia. Porque sé que en vez de tratar de ayudarme solo me lloverán regaños, me lloverán burlas, me lloverá de todo... La confianza con mi familia no es una opción.

Me desespero yo misma, a veces simplemente amanezco así, deprimida. Me miro en el espejo y mi cuerpo sigue creciendo hacia los lados... Necesito parar ya, necesito hacerlo. Ya no es una opción, es algo que de verdad necesito para volver a sentirme bien, para sentir que algo estoy haciendo bien. Necesito escuchar esos comentarios que me digan "oye, te veo más delgada" y no cosas como "¿para cuándo la dieta?".

Ya mero se acaba el año, el 2015 está casi a la vuelta de la esquina. Será un nuevo comienzo para mí. En enero volveré a ponerme las pilas, volveré a mentalizarme no importa cuánto me cueste. Volveré con dieta, y el ejercicio lo haré cada que tenga tiempo al menos aunque sean unos 15 minutos.

2015 será un buen año para mí porque yo haré que se haga realidad.




Eso fue un pequeño resumen de mi historia, nos vemos pronto.
Akuma.

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